agosto 20, 2012

Octubre

Tanto que quería escribir para que al momento de presionar el botón "message" los pensamientos se hayan borrado, entremezclado... Como si se hubieran escondido entre los giros de mi cerebro  o entre las comisuras de mis labios o párpados..., ¡qué sé yo dónde!

Las semanas pasadas experimenté emociones fuertes. La amiga de un amigo se cayó en la regadera y murió. A un señor enfrente de mí le dio un paro en un centro comercial y cayó a mis pies.
Hay veces (y mayoritariamente) en las que no me detengo a pensar en la grandeza del presente... fue hasta la semana pasada en que se me volvió a revelar mucha luz, mucha alegría y todos mis pensamientos se enfocaban en los ¡GRACIAS POR UN DÍA MÁS! Pensé en todas las personas que se van todos los días, que desaparecen.., así nomás y tan de repente, sin saber.
Vi a cada una de mis personas valiosas pasar innumerables veces por mi palpitar, las pude mirar sin ver y escuchar sin oír. Vi sonreir a todas, pensé en todas las cosas que hacen día con día y lo poco que sé de ellas. Qué poco sé de ellas.  

Como que mi mente se fue volando y el tiempo aquí en la tierra desapareció.

Y hoy... estoy muy feliz, pero al mismo tiempo me siento descolocada en el mundo. No pertenezco. Nada me parece. Quiero detener la inercia con la que me muevo. Con nada me conformo. Berrinchuda, quizás... Terca, seguramente. Es una sensación que no termina por colocarse en la punta de mis yemas para poder escribirla y mucho menos en la de mi lengua para describirla.

Yo tenía ganas de escribirte algo muy lindo, que trascendiera las fronteras del espacio y tiempo del ahora. Quería que fuera muy merecedora de la espera. Tenía muchas ganas de escribirte cien mil palabras, y hoy se fueron. ¿Por qué?

¿Será que las palabras ya no me bastan?

Voy a parar. Ya no estoy entendiendo nada de lo que digo.

Mejor te cuento que los departamentales me noquearon, fue un mes bastante cansado. Me entregué al deber y en cierta parte me sentí un poco atrapada. Los profes me siguen dando dolores de cabeza y a veces me gustaría encontrar algo más en mi vida. A veces siento escasos los momentos sorpresa y es como si sólo me dejara ir con la corriente. Quiero que esto pare.

En cuanto decidí sanar la desconexión conmigo, la parte de  reecontrarme no ha sido fácil.

agosto 05, 2012

Un secreto

¿Qué pasa cuando se cierra una puerta?


Se abren las que tú quieras.


Para imagen: teclear "puerta" en Google.