agosto 15, 2016

Regaré tus flores (en prosa)

Para María.

Cuando no tengas ganas de hablar,
el silencio habremos de compartir.
Cuando el mundo de gris comience a temblar,
llevaré acuarela para color trazar.

Si un día no me quieres ver,
y de nadie tú quieres saber,
sé que no es fácil el dolor.

Secaré tus almohadas si de lágrimas se han de encharcar.
Cuando no quieras saber de mí, ni de nadie más,
prometo arroparte en la cama y esperar.

Prometo enseñarte a caminar,
si de dar pasos te has olvidado,
No te preocupes si tardas en regresar,
tú ya todo me lo has dado.

María, María
Eres la persona más importante en mi vida.
Mi paciencia para ti,
mi hombro para ti,
mis manos para ti,
para sanarte.

El instante existe y deja de existir al mismo tiempo,
cuando las sonrisas se cubren de polvo y sombra.
Todo de pronto es apoderado por silencio,
insoportable silencio,
maldito silencio.

Tu semilla creció en mí,
las raíces son profundas.
Cuando del alma llores,
le cantaré al silencio,
y con lágrimas regaré tus flores.