diciembre 09, 2016

Nacerán flores (en verso)

Si un día no tienes ganas de hablar,
el silencio puedo compartir.
Cuando las nubes tapen el Sol,
tengo acuarela: habrá color.

Si en tus planes no me quieres ver,
y en tu cama quieres recaer,
yo te ofrezco poder entender,
Pues ya sé cuánto duele el ayer.

Si tus lágrimas han de encharcar
las almohadas de tu habitación,
bajo el Sol las podemos secar,
convertir el dolor en canción.

Poco a poco podrás caminar,
de esa cama te levantarás,
y así te tardes en regresar,
hallaremos la forma, verás.

Mi paciencia será para ti,
mi hombro diario te puedo ofrecer,
mis manos tiemblan al verte así,
para sanarte sé que han de ser.

Un segundo puede destruir,
el instante que no va a existir,
sin aviso dejar de reír,
se forja la ausencia de vivir.

Qué profundo es que puedo sentir,
los recuerdos de mi cajita,
pensar que tal vez te podrías ir,
no tener más, María bonita.

Qué difícil poder separar,
ser médico y también tú hermana,
cómo duele poder soportar,
buscar ciencia y arte en quien se ama.

Tu corazón no late muy bien,
el pronóstico no puede ser,
¿Por qué? No quiero. ¿Qué puedo hacer?
Hoy prefiero ver todo con fe. 

¡Qué monserga! ¿Saber o creer?
Sería más fácil no saberlo.
¿Saber que no vas a volver,
o creer que vas a hacerlo?

Entre tanto dolor, aquí estás,
y aunque del alma a veces llores,
Poco a poco, María, verás:
de lágrimas nacerán flores.