¿Te imaginas cuando bailemos? ¿Cuando
despidamos a todos los invitados de nuestras fiestas de salsa y subamos al
cuarto a encontrar nuestras pieles? ¿Puedes vernos desnudos, abrazados,
envueltos en besos, esos besos que sólo tú sabrás darme? Es lo que más
anhelo...poder estar tan cerca de ti que resulte difícil decidir de quién es
cada piel.
De ahí pasar a la ducha y brincar a
la tina. Prender un poco de velas y envolverte en mi brazos...cubriendo tus
mejillas con los mechones de cabello que me cuelgan de cada lado. Qué a gusto eres. Te pertenezco, definitivamente.
Quisiera no soltarte nunca, no puedo
imaginar mi vida si tú también decidieras partir.
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